River se adueñó de una nueva edición del Superclásico al vencer a Boca por 2 a 1 en un estadio Monumental colmado, con más de 85 mil personas. El equipo de Marcelo Gallardo sacó ventaja en el primer tiempo gracias a un tiro libre espectacular de Franco Mastantuono y a una rápida reacción de Sebastián Driussi, luego de que Miguel Merentiel igualara transitoriamente para el Xeneize. Boca intentó recuperarse en el complemento, pero sus mejores aproximaciones llegaron recién sobre el final, cuando Franco Armani apareció en dos ocasiones para sostener la ventaja del Millonario.
Desde el inicio, River fue superior. Aprovechó la postura conservadora de Boca, que se paró con cinco defensores, y manejó la pelota en campo rival. La apertura del marcador llegó a través de un tiro libre lejano que Mastantuono transformó en golazo, clavando la pelota en el ángulo superior izquierdo de Agustín Marchesín. Sin embargo, Boca logró empatar rápido cuando Merentiel capitalizó un error en la salida y definió ante Armani. Pero la respuesta de River fue inmediata: en una jugada colectiva, Driussi cabeceó, Marchesín tapó el primer remate y el delantero aprovechó el rebote para poner el 2-1.
El segundo tiempo mostró otra cara de Boca, que salió a buscar con más decisión, adelantó sus líneas y generó situaciones de peligro, especialmente en los últimos diez minutos. River, mientras tanto, apostó a sostener la ventaja con cambios defensivos y la solidez de su arquero. Armani se lució con una atajada clave ante un cabezazo de Di Lollo y otra intervención ante Costa, asegurando el triunfo de su equipo.
Así, River no solo sumó tres puntos fundamentales en el campeonato sino que también se quedó con la fiesta ante su eterno rival, en una tarde marcada por la emoción, el homenaje al Papa Francisco y el récord de asistencia en el siglo XXI en el fútbol argentino. Boca se retiró con la frustración de haber reaccionado tarde, mientras el Monumental celebraba otra vez un Superclásico teñido de rojo y blanco.
