¿Qué dijo el gobierno respecto al salto del dólar?

El Gobierno confía en nuevos desembolsos del FMI para contener la presión, aunque las reservas siguen bajas.

La última jornada de julio dejó una señal que incomoda al Gobierno: el dólar oficial cerró a $1.380, superando al blue por primera vez en meses y quedando a sólo $69 del techo de la banda cambiaria fijada por el propio Ejecutivo. Mientras el mercado reaccionaba con desconfianza, el ministro de Economía, LuisCaputo, optó por minimizar la escalada mediante un posteo en redes sociales, donde destacó que el tipo de cambio real multilateral se encuentra 3% por encima de enero de 2016. La respuesta, sin embargo, dejó sin abordar la preocupación central: la creciente presión cambiaria en plena cuenta regresiva hacia las elecciones de octubre.

Caputo y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, buscan ahora respaldo en el Fondo Monetario Internacional. Esta noche participarán de un programa de streaming para explicar su postura ante un público ya habituado al relato oficialista. Mientras tanto, los operadores financieros observan con inquietud la evolución de los contratos de dólar futuro, cuyo volumen aumentó sensiblemente en las últimas semanas. Según estimaciones privadas, el BCRA mantiene una posición vendida en futuros cercana a los 4.800 millones de dólares, muy por encima de los 1.800 millones que tenía en junio. El dato no es menor, ya que adelanta tensiones que podrían volverse críticas si el escenario externo no acompaña.

A la falta de una señal clara de política cambiaria se le suma el escaso poder de fuego que tiene el Banco Central. En un contexto de reservas limitadas, el Tesoro intentó contener la demanda con un aumento de tasas, pero los resultados fueron limitados. El dólar oficial inició julio en $1.237 y cerró el mes con un alza de más de $140, una suba que no logró contenerse ni con intervención ni con discurso. En paralelo, el dólar MEP cerró a $1.363,60 y el CCL a $1.361,30, mientras que incluso el dólar cripto cotizó por debajo del oficial. La única cotización que se mantuvo por encima fue el dólar tarjeta, en $1.781.

Desde el equipo económico se insiste en que los próximos desembolsos de organismos internacionales serán clave para estabilizar el mercado. En particular, el Gobierno espera el giro de 2.000 millones de dólares del FMIy 300 millones del Banco Mundial. No obstante, analistas como Martín Sarano, de la Fundación Bases, advierten que la oferta de divisas sigue deprimida. La liquidación del agro fue baja esta semana y no se espera una mejora hasta mediados de agosto, con la nueva campaña de siembra. A esto se suma la estacionalidad del invierno, que reduce el ingreso de dólares por exportaciones de gas y petróleo.

La promesa de un «dólar planchado» se complica en la práctica. Mientras el Ejecutivo celebra las bandas cambiarias como un logro de estabilidad, el mercado observa que el tipo de cambio oficial se acerca peligrosamente a su techo. Además, la política de intervención sobre el mercado de futuros parece trasladar la tensión hacia los próximos meses, con contratos que ya cotizan al dólar por encima de $1.500 para diciembre. En ese marco, la estrategia de esperar a que el Fondo Monetario vuelva a intervenir aparece más como una necesidad que como una decisión política.

Con un discurso que apunta más a la defensa técnica que a las medidas concretas, el Gobierno enfrenta una dinámica cambiaria cada vez más inestable. Las redes sociales y los programas de streaming se convirtieron en los nuevos espacios para justificar una situación que los propios indicadores financieros desmienten. Mientras se aguardan nuevas lluvias de dólares del exterior, el mercado local ya empieza a descontar que, lejos de haber terminado, la discusión sobre el dólar recién comienza.

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