Kimey Pereyra, de 20 años, fue hallada sin vida en una vivienda; dos hombres fueron internados con quemaduras.
Un confuso episodio ocurrido en la madrugada del lunes conmociona a Sáenz Peña. En una vivienda del barrio San Martín, una joven fue hallada sin vida y dos hombres resultaron con quemaduras. La primera alerta se dio a las 00:20, cuando una llamada al 911 advirtió sobre un posible suicidio. Al llegar al lugar, efectivos policiales encontraron en el patio a una mujer colgada de una soga, sin signos vitales. Dentro del inmueble hallaron a un hombre con graves quemaduras, identificado como L.O.B., de 27 años, quien fue trasladado de urgencia al hospital «4 de Junio».
En un primer momento, la víctima no fue identificada, y la causa fue caratulada como «muerte dudosa«. Sin embargo, con el correr de las horas se logró establecer que se trataba de Kimey Catherine Pereyra, de 20 años, oriunda de Rosario y perteneciente a una comunidad originaria. Más tarde, apareció en la vereda otro hombre, R.J.O., alias «Mecha», hijo del dueño de la casa, también con quemaduras visibles. Según su testimonio, esa noche se encontraban consumiendo alcohol e inhalando nafta cuando se produjo una explosión. Declaró además que la joven se encontraba «muy drogada» y expresó deseos de quitarse la vida.
El dueño de la vivienda, un hombre de 60 años, había manifestado previamente que no conocía a la víctima más que por su apodo, «Negu», y que la encontró colgada al llegar al domicilio. Se secuestraron restos de soga y la División de Criminalística trabajó en la escena, donde no se hallaron cámaras de seguridad en las inmediaciones. Los vecinos señalaron que el lugar era frecuentado por jóvenes para consumir sustancias y que tanto el propietario como su hijo tienen antecedentes penales.
La causa, que continúa en investigación bajo la órbita del fiscal MarceloSoto, se mantiene caratulada como «muerte dudosa y lesiones por quemaduras». Por el momento, la Justicia descartó la hipótesis de femicidio, aunque ordenó nuevas pericias y entrevistas. Mientras tanto, los tres protagonistas del hecho siguen siendo objeto de estudio en un caso que combina tragedia, consumo problemático y múltiples interrogantes sin responder.