Creció el endeudamiento en las familias y más de la mitad recurre al crédito para comprar alimentos

Un informe del IETSE reveló que casi todos los hogares argentinos están endeudados y más de la mitad recurre al crédito para poder comer.

Nueve de cada diez familias en Argentina están endeudadas, y más de la mitad de esas deudas se originan en la compra de alimentos con tarjeta de crédito. Así lo advierte el último informe del Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE), que traza un panorama alarmante sobre la situación financiera de los hogares: el endeudamiento se volvió estructural y afecta incluso a las necesidades más básicas. Lejos de ser una herramienta excepcional, el crédito es hoy la forma habitual de acceso a la comida.

La investigación muestra que el 73% de las deudas se generaron durante 2024, un año marcado por la devaluación inicial del gobierno de Javier Milei, una inflación acumulada del 64,99% en el primer cuatrimestre y una caída del 10,38% en el poder adquisitivo. El dato más impactante es que el 58% de los consumos con tarjeta de crédito están destinados a la compra de alimentos. En un país históricamente productor de alimentos, la subsistencia ahora depende de la refinanciación de cuotas y el uso desesperado del crédito como salvavidas.

Según el informe, el 56% de los hogares ya destina entre el 40% y el 60% o más de sus ingresos al pago de deudas. La circularidad se profundiza: un 34% de los créditos tomados por las familias se usaron para refinanciar otras deudas, en particular las de tarjetas. El fenómeno de la «deuda circular» refleja un agotamiento sistemático del ingreso disponible, empujando a millones de personas a una emergencia financiera permanente.

El 76% de las deudas están hoy en situación de mora o juicio. Esta cifra, que creció 6 puntos porcentuales respecto al año pasado, muestra un deterioro cada vez más profundo. El endeudamiento ya no es ocasional ni reversible: se volvió una condición de vida. La mayoría de las familias contrajo entre dos y tres deudas, mientras que un 12% arrastra más de tres. Este crecimiento exponencial del uso del crédito como única herramienta de subsistencia evidencia el nivel de desprotección en el que caen los hogares ante el retiro del Estado y la falta de políticas de ingreso.

El IETSE advierte que las tarjetas bancarias y no bancarias concentran el 30,5% de los financiamientos, creciendo en cinco puntos respecto a mayo de 2024. Las financieras y prestamistas disminuyeron, lo cual podría interpretarse como una retracción del mercado informal o como un reflejo del riesgo que implica prestar en un contexto de morosidad creciente. Mientras tanto, los préstamos personales, prendarios e hipotecarios representan una porción mucho menor del total, mostrando que las urgencias cotidianas desplazaron a los créditos de largo plazo.

«El endeudamiento en Argentina dejó de ser una estrategia transitoria para transformarse en una condición estructural de los hogares«, concluye el informe. Y lo que resulta más preocupante: se está usando deuda para comprar comida. El Estado mira para otro lado mientras las familias se hunden en cuotas impagables. En un país donde los alimentos deberían ser un derecho, terminan siendo un lujo financiado.

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