En la localidad de Villa Río Bermejito comenzó la tala de ejemplares centenarios de algarrobo en el predio del camping municipal, una medida que fue atribuida directamente al intendente Omar Reis. La intervención sobre esta área natural generó preocupación y rechazo entre vecinos y ambientalistas, quienes advierten sobre el impacto ecológico y patrimonial de la decisión, al tratarse de árboles con más de 200 años de antigüedad.
La medida se conoció apenas un día después de que en la Cámara de Diputados del Chaco se debatiera la necesidad de aplicar sanciones más severas a quienes realicen desmontes ilegales o intervenciones sin estudios de impacto ambiental. En ese contexto, la tala de algarrobos en Bermejito fue interpretada como una contradicción directa con los esfuerzos legislativos para proteger los bosques nativos chaqueños. Además, se informó que los ejemplares talados serían reemplazados por álamos y otras especies no autóctonas.
En paralelo, se mantiene la polémica por un ANR (Aporte No Reintegrable) de más de 41 millones de pesos destinado a la municipalidad, cuya ejecución aún no ha sido claramente detallada. El intendente respondió a las críticas con declaraciones públicas en las que acusó a los medios locales de “mentirosos y malintencionados”, aunque no brindó precisiones sobre el destino de más de 557 millones de pesos que, según afirmó, ingresaron al municipio en los primeros meses de 2025.
El desmonte, sumado a la falta de información sobre el uso de fondos públicos, motivó el repudio de sectores sociales y referentes locales que consideran que se está destruyendo parte del patrimonio natural e histórico de la zona. “Es inaceptable permitir que borren nuestra historia”, expresaron vecinos que se manifestaron en defensa del ecosistema del lugar.
